En algunas culturas, las relaciones sexuales pueden ser agresivas, reprimidas o incluso un placer realmente peligroso, y estos son algunos ejemplos. Los Etoro, una tribu de Nueva Guinea, consideran el sexo muy peligroso y se limitan a usarlo únicamente para la reproducción. ¿Por qué? Ni idea. Pero para ellos, el acto sexual es como un trabajo u obligación y en ningún momento piensan que pueda ser algo placentero. Tela, ¿verdad? Pues más raro es lo de los Angu, llamados entre ellos los Kukukuku, otra tribu de Nueva Guinea, donde los más jóvenes del poblado ingieren el semen de los hombres mayores, ya que lo consideran esencial para la fortaleza, la virilidad y el crecimiento masculino. Además, estos buenos salvajes no saben lo que es besarse, y hombres y mujeres evitan el contacto físico en público. Aunque para bestia lo de los Asmat, que suelen decapitar a sus enemigos y para impulsar su maduración sexual se colocan la cabeza del desdichado en los mismísimos genitales. Aquello debe ser la leche en verso, porque las esposas del poblado incitan a los hombres a la caza de cabezas, e incluso avergüenzan públicamente a sus maridos si no lo hacen.
LOLY.
No hay comentarios:
Publicar un comentario